Carlos Aquino Rodríguez*
Después de varios años de no tener mayoría en la Cámara Alta, lo que le
impedía pasar alguna legislación en esta Cámara controlada por la oposición, el
partido gobernante del Primer Ministro japonés Shinzo Abe obtuvo con su aliado
una mayoría en las elecciones del domingo 21 de julio último para la renovación
parcial de esta Cámara.
Se espera que con esta victoria sea más fácil para el Primer Ministro
japonés gobernar pues a pesar de tener mayoría en la Cámara Baja, al no tenerla
en la Cámara Alta, la oposición le impedía pasar legislación necesaria para
poder sacar a la economía japonesa de casi dos décadas de bajo crecimiento y deflación.
En este articulo se verá cual es el nuevo panorama político en Japón,
luego el impacto en la economía japonesa de la victoria de Abe, después las
reformas pendientes para que la economía japonesa vuelva a crecer, y por último
se tendrá unas conclusiones.
I.
El nuevo
panorama político de Japón.-
El partido gobernante Jiminto, con su aliado Komeito, tiene ahora 135
asientos en la Cámara Alta, de un total de 242. Al tener ya control de la Cámara
Baja con una mayoría de 2/3 junto a su aliado Komeito, el Primer Ministro puede
pasar la legislación necesaria en las dos Cámaras para poder revivir la
economía japonesa que trata de salir de dos décadas de anémico crecimiento
económico.
Es remarcable la victoria del partido de Abe, considerando que en solo 7
meses (desde Diciembre del 2012) ha conducido a su partido a dos victorias, la de
Diciembre del 2012 para la Cámara Baja, y la de ahora en julio para la Cámara
Alta.
La victoria en diciembre del año pasado, y que le permitió elegirse como
Primer Ministro, fue consecuencia del desencanto con el anterior partido
gobernante Minshuto. Pero la victoria de julio último en la Cámara Alta se debe
a la política económica de Abe, llamada “Abenomics”, que desde su llegada al
poder ha hecho que el valor de las acciones en la Bolsa de Valores de Tokio
suban en promedio 40%, beneficiando a una parte de la población, y a que su
moneda el yen se haya depreciado más de 30% frente al dólar en ese periodo
desde su alto nivel, lo que ha dado alivio al sector exportador japonés. Esto
ha permitido que la economía haya crecido en los primeros meses de Abe en el
poder a un ritmo anual de casi 4%.
Se espera que la victoria de Abe de estabilidad al sistema político
japonés que ha tenido en los ultimos años cambios frecuentes de Primer Ministro
en un corto tiempo. De hecho la primera victoria de Abe en diciembre del 2012
significo el regreso de su partido al gobierno, después que en setiembre del
2007 perdió ante el partido Minshuto. En los ultimos 7 años (desde setiembre
del 2006 cuando Abe fue justamente elegido por primera vez Primer Ministro) él
es el séptimo Primer Ministro que ha tenido Japón, y se espera que su partido
le renueve la confianza en setiembre próximo y sea Primer Ministro por dos años
más[1].
II.
El impacto de
la victoria de Abe en la economía japonesa.-
El crecimiento del valor de las acciones y la depreciación de la moneda
japonesa estos ultimos 7 meses fue producto de la política de aumento del gasto
de gobierno y de alivio monetario que ha ocasionado que haya abundante dinero
en la economía. Pero para que lo anterior se traduzca en un crecimiento
sostenido falta lo que el propio gobierno ha dicho, la “tercera flecha” (la
primera es el aumento en el gasto de gobierno, la segunda el enorme alivio
monetario) que sería la estrategia de crecimiento económico para que las
empresas se animen a invertir, producir más, crear más empleo y aumentar los
salarios.
Esta tercera flecha implica varias medidas, que podría y debería tomar
Abe ahora que su partido controla las dos Cámaras legislativas pero que no son
tan fáciles pues implica vencer la oposición de ciertos grupos, incluso dentro
de su partido. Por ejemplo, la mayor apertura de la economía a la competencia
extranjera, con la participación de Japón en las negociaciones del Acuerdo de
Asociación Transpacífico TPP (donde hay sectores como el agro, ganadería, que
se oponen), la desregulación de sectores como seguros, de la distribución de
energía eléctrica, la aprobación del aumento de impuesto al consumo del 5% al
8% para abril del próximo año (para financiar la enorme deuda pública japonesa
y los mayores gastos de pensiones y de salud de su población de cada vez mayor
edad, donde el 26% de la población ya es mayor de 65 años), etc.
Japón está en un periodo de bajo crecimiento y deflación del que quiere
salir. ¿Qué sucedió para que haya llegado a esta situación?
La economía japonesa creció rápidamente después de la Segunda Guerra
Mundial recuperándose del desastre que sufrió en esta. En las décadas de 1950 y
1960 creció a tasas cercanas al 10% promedio anual. Pero en la década de 1970 está
bajo a casi a la mitad. La razón fue que en la década del 70 Japón experimentó
el incremento de los costos en su economía, desde la mano de obra, el precio de
la tierra, y sufrió los dos shocks del petróleo y su moneda se empezó a
revaluar. Esto último es importante pues Japón es una economía dependiente de
las exportaciones[2]. Japón
tenía su moneda fija al valor de 360 yenes por dólar de 1949 a 1971. Esto
termino el último año.
En 1980 Japón sufrió un golpe devastador con la gran y rápida apreciación
de su moneda que experimento desde 1985 en adelante. Desde setiembre de ese año
su moneda se aprecia, pasando de un valor de 250 yenes por dólar a un valor
promedio de 120 yenes por dólar en 1988 y de 90 yenes por dólar en 1994. El
gobierno japonés al empezar a apreciarse su moneda y ante la pérdida de
competitividad de su economía reduce la tasa de interés desde 1985, pero esto
solo ocasiona una burbuja económica, con la subida en el precio de las acciones
y el valor del terreno. La burbuja revienta en 1989 y los bancos se quedan llenos
de deudas incobrables.
El gobierno para reactivar su economía empieza a aumentar su gasto
fiscal, pero la economía no se recupera, y entra más bien en la segunda mitad
de la década de 1990 a un periodo de deflación
que lo ha acompañado por la mayor parte del tiempo hasta ahora[3].
Ante el alza del yen las empresas luchan por bajar sus costos, reducen
sus precios. También los productos de afuera vienen más baratos por la
apreciación de la moneda. Los japoneses
empiezan a experimentar desempleo por la baja en la actividad económica,
restringen su consumo y buscan precios baratos. Las empresas bajan mas sus
costos para reducir precios, caen las ventas, despiden gente, y estos buscan
precios más baratos. Un círculo vicioso comienza.
El gobierno de Japón ha usado su política
monetaria reduciendo la tasa de interés a casi cero pero las empresas no
invierten más. El gobierno aumento su gasto pero la economía no se reactiva.
Incluso dos veces el gobierno, en 1999 y en el 2009, dio vales de consumo de más
de 200 dólares a los japoneses pero muchos no gastaron todo y lo ahorraron (prefieren
ahorrar ante la incertidumbre del desempleo o pesimismo sobre el comportamiento
de la economía).
Habría que comentar además que ante el rompimiento de la burbuja de
fines de la década de 1980 y con los bancos llenos de préstamos incobrables el
gobierno japonés no obligo a estos a resolver pronto este problema. Esto se “escondió”
durante casi toda la década de 1990, Japón perdió un tiempo vital en sanear su
economía, y recién a fines de esta década los bancos empiezan a resolver el
problema lo que implico la restructuración de estos, quiebra de algunos y
desempleo (algo que al parecer se quiso evitar desde el comienzo).
III.
Las reformas
pendientes en Japón.-
Entonces frente a este panorama de bajo crecimiento y deflación, el
gobierno de Abe ha lanzado su estrategia
de las 3 flechas. Las dos primeras, de mayor gasto fiscal, pero centralizado y
eficiente, y el de un mayor alivio monetario (doblar la base monetaria en dos
años para alcanzar al final del periodo una meta de inflación de 2% anual), son
relativamente fáciles de llevar a cabo (aunque algunos dudan de que realmente
se alcance la meta de inflación de 2%). El problema es la estrategia de
crecimiento con las reformas pendientes. Veamos estas.
El gobierno tiene que aumentar sus ingresos para pagar su enorme deuda pública,
que actualmente es el 230% de su PBI (en 1990 era menos del 60% de su PBI).
Tiene que aumentar los impuestos. El gobierno anterior acordó un cronograma de
aumento del impuesto al consumo, de 5 a 8% en abril del 2014 y de 8% a 10% en
octubre del 2015. Pero el temor es que en un ambiente de crecimiento económico aun
anémico el alza en el impuesto haga que la gente consuma menos, las ventas caigan,
las empresas tengan menos ingresos y la producción caiga, matando así el
incipiente crecimiento económico observado hasta hoy.
Últimamente el Primer Ministro Abe ha dicho que primero quiere ver las
cifras del crecimiento del PBI de abril a junio[4]
para decidir o no el alza del impuesto al consumo. Por lo pronto hay algunas
cifras positivas como el que muchas empresas han anunciado beneficios en
promedio mayor al 40% en el trimestre abril a junio de este año comparado con
el mismo periodo del año anterior, que el desempleo esta reduciéndose (el
desempleo en Japón a junio de este año se ubico en 3.9%, el más bajo desde el
2008. En el 2010 ese porcentaje estaba en 5.1%[5]).
Abe también esperaría a que el Banco Central de Japón (el Banco de Tokio) de su
opinión sobre cómo se comporta la economía últimamente para tomar una decisión
final[6].
El problema es que si como parece la economía japonesa está en un
proceso de crecimiento aun anémico, como se dijo, el alza del impuesto frenaría
este crecimiento. El otro tema y que haría que el crecimiento de la economía
sea sostenible, es que los salarios deben aumentar para que el consumo aumente
(el consumo es el 60% del PBI japonés). Esto aun no se realiza, y más bien, con
el aumento en algunos precios que ya se ve, algunos opinan que la gente podría
consumir menos. Falta que el efecto de “chorreo” se vea en la economía (aunque
para los empresarios el crecimiento aun es anémico así que no puede ver aun
“chorreo”).
La enorme deuda pública, la mayor entre los países industrializados, no
ha sido mayor problema en Japón hasta ahora pues la mayor parte de esta, más del
90%, está en manos de japoneses, que se contentan con comprar bonos del
gobierno que aunque rindan poco son seguros. Pero conforme una mayor parte de
la población japonesa entra en periodo de jubilación, empezaran a vender sus
bonos demandando al gobierno los pagos de esta. Aquí empezaran los verdaderos
problemas del gobierno.
La desregulación de la economía es otro tema pendiente para que las
empresas sean más competitivas. Aquí hay intereses creados en varios sectores
para que esto no ocurra. La protección que aun tienen varios sectores a la
competencia extranjera también es otro tema.
Otros temas son por ejemplo la mayor participación de la mujer en la
economía, de las personas de mayor edad, etc. Japón experimenta desde hace
varios años un decrecimiento de su población, la tasa de fertilidad es baja. Su
fuerza laboral está disminuyendo, pero con la mayor participación de la mujer y
de las personas mayores (los japoneses tienen la esperanza de vida más larga en
el mundo) esto podría aliviarse. El tema es pues crear un ambiente donde las
mujeres puedan trabajar y tener hijos a la vez (pues ahora muchas mujeres
tienen que escoger entre tener hijos o trabajar, y escogen trabajar al no haber
facilidades para tener a sus niños donde dejar por ejemplo).
Abe fue ya Primer Ministro del 2006 al 2007 y renuncio pues condujo a su
partido a una enorme derrota en las elecciones del 2007. Tiene ahora la
oportunidad de reivindicarse. Pero aparte de las difíciles decisiones políticas
que tiene que tomar en el campo económico, hay otras, como la de aprobar el
reinicio de operaciones de algunas plantas nucleares (en medio de la fuerte
oposición a esto por una parte importante de la población), y la de tratar de
cambiar una Constitución pacifista (que es lo que al parecer quiere hacer él),
ante lo que percibe como una amenaza de China. Esto último, el cambio de
algunos artículos de la Constitución japonesa para permitir que el país pueda
tomar acciones en caso de verse amenazado, puede crearle problemas con sus
vecinos, no solo con China, sino con otros como Corea del Sur.
Recordemos también que hay casi 58 mil peruanos en Japón así que una
recuperación de la economía japonesa es importante para ellos. La depreciación
de la moneda japonesa, al fomentar las exportaciones, los ayuda a ellos, pues
hasta ahora muchos de los peruanos trabajan en ese tipo de industrias.
IV.
Conclusiones.-
El gobierno de Abe enfrenta un dilema de cómo sacar adelante la economía
japonesa. No hay excusas ya de un sistema político disfuncional con frecuentes
cambios de gobierno y de una oposición que no deja gobernar (al menos por el
momento). Pero tendrá que vencer la oposición dentro de su propio partido que
se opone a ciertas reformas como desregular la economía o abrir esta a una
mayor competencia extranjera. Asimismo tendrá que decidir el momento adecuado
para empezar a resolver el problema de la abultada deuda pública y esto pasa
necesariamente por aumentar los impuestos.
Los pronósticos en Japón apuntan aun a un bajo crecimiento económico.
Entrada esta década, del 2011 al 2014 el crecimiento económico promediaría
menos de un 1.2% anual, con valores de crecimiento anual de su PBI de -0.6% el
2011, 1.9% el 2012, 2.0% el 2013 y 1.2% el 2014 (Ver estos ultimos datos y el pronóstico
del crecimiento de la economía japonesa en el documento del FMI de julio de
este año)[7].
El temor es que Japón enfrente otra década perdida como algunos japoneses
llaman al periodo de dos décadas, la de 1990 y la pasada, de bajo crecimiento.
Y acompañado de deflación.
Por otro lado, con una tasa de crecimiento de su población cero o
negativa, una tasa baja de crecimiento de su PBI parecería no ser tan mala,
pero el problema del desempleo, del empleo inestable de muchos (se dice que un
tercio de las personas que trabajan tiene solo empleos temporales y de bajos
ingresos), es algo que debe resolver Japón y esto implica que la economía
japonesa crezca más de lo que ha crecido hasta ahora en esta década, y más de
lo que creció en la década de 1990, cuando creció a algo menos de 2% anual, y
la década pasada, de un 1.5% anual.
31 de julio del 2013
[1] Sobre los cambios en el sistema político japonés y su influencia en su
economía hasta el 2009 ver: “Cambio
de gobierno en Japón y sus efectos en la Economía”, en “Calidad y Creatividad”,
Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, URP, diciembre
del 2009, Págs. 36 al 47.
[2] Para ver el desarrollo de la economía japonesa hasta el año 2000 ver mi
libro: “Introducción a la Economía Asiática: El
Desarrollo Económico del Asia Oriental y Lecciones para el Perú” Febrero del
2000, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 299 páginas, Lima. Disponible en
Internet: http://economia.unmsm.edu.pe/Servicios/Publicaciones/Libros/Libro2.htmPeru.http://economia.unmsm.edu.pe/Servicios/Publicaciones/Libros/Libro2.htm
[3] Ver
esto explicado en mi artículo: “¿Puede ser Japón otra
Grecia?: El peso de la deuda pública y los problemas de la economía japonesa”,
julio 2010, página web de la FCE, UNMSM http://www.slideshare.net/carlosalbertoaquinorodriguez/90710puede-ser-japn-otra-greciia-ell-peso-de-lla-deuda-pblliica-y-llos-probllemas-de-lla-economa-japonesa
[4] The
Wall Street Journal Japan, “BOJ Beat: BOJ May Hold Off on Economic-View Upgrade Until GDP
Data”, 30 de Julio del 2013
[5] Noticias Nippon: “Somusho: Desempleo registro su nivel más bajo desde
el 2008”, 30 de julio del 2013 http://noticiasnippon.jp/2013/07/30/somusho-desempleo-registro-su-nivel-mas-bajo-desde-el-2008/
[6] Y el Banco
Central de Japón también al pareceré espera las cifras del crecimiento del PBI
de abril a junio para dar su opinión. Ver nota 4.
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